Esta excursión puede hacerse incluso con peques, porque es realmente sencilla y corta, pero no por ello deja de mostrarnos unos paisajes sobrecogedores, ya que desde allí podemos ver entre otras cosas el pico del Aneto.
Hasta el Parking del Baneario de Benasque podemos ascender en coche, y una vez allí decidir si queremos quitarnos el tramo de camino forestal hasta el segundo parking, el de Besurta, que solo se hace en autobús de una empresa privada. Creo recordar que fueron unos 4-5 € subida y bajada. Una vez en Besurta, donde hay un chiringuito y aseos pero no fuentes, tendremos 2,6 kilómetros hasta el valle glaciar en el que acaba esta excursión, con solo 160 metros de ascenso. De camino nos sorprenderán las huellas que el glaciar ha dejado en forma de sumidero por el que desaparece el río, así como la cascada que hay aguas arriba.
No dejéis de dar el rodeo al plan por una vereda fácil de localizar, ayudados por los puentes, aunque al final habrá que mojarse un poco los pies. En el plan hay algunos puntos en los que mana agua, de cara a rellenar botes, a sabiendas de que no está tratada.