Nos situamos en el municipio de Espot del pirineo leridano, para ascender en vehículo hasta el aparcamiento habilitado para subir al Estany de San Maurici. Ojo a la hora del día porque en periodos vacacionales se llena. Desde allí solo hay que seguir las señales para llegar por una cómoda senda hasta el Lago. Las vistas, la fuente, aseos y el centro de interpretación nos harán parar allí unos minutos, o acabar en ese punto si vamos con peques o tenemos menos movilidad. Porque las últimas cuestas antes de llegar a San Maurici son solo un aperitivo de las que vendrán después.

Los que sí puedan seguir, serán recompensados con una segunda mitad de la excursión sin desperdicio. Primero, la cascada de san Maurici, en las inmediaciones del lago. Luego, el Estany de Ratera, también muy fotogénico y un lugar estupendo para comer a la bajada como hicimos nosotros. A continuación, el Estany de la Bassa, más pequeñito, y que tiene una fuente unos metros más arriba con un agua riquísima. Y finalmente el albergue dels Amiquets, preparado para dormir y comer allí a precios de alta montaña catalana (el doble que en otras zonas de España) pero eso sí, con una calidad y servicios también superiores a lo visto en otros sitios. Por encima del refugio, los dos lagos de aguas transparentes en los que solo echaremos de menos el poder bañarnos, cosa prohibida por ser parque Nacional.

Habremos recorrido casi 10 kilómetros con 700 metros de ascenso, casi todos en la segunda mitad del recorrido, por lo que nos quedará nada más que regresar sobre nuestros pasos.

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