21 de Agosto: Tramonti-Salzsburgo
Amanecer en el Camping de Tramonti era un espectáculo. Las luces colándose en el valle rodeado de vastos bloques de caliza merecían más de una foto. En esta etapa teníamos una de las Best Seller del viaje: La Grossgrockner es la carretera más famosa de Austria. Tras pagar 15 €en un garito de peaje accedes a una vía con el asfalto absolutamente impoluto rodeada por unos paisajes en los que costaba no pararse continuamente. Museos, restaurantes, jardín botánico y centros de interpretación completaban el menú de cosas disponibles para la visita. En la parte alta, un Glaciar que descolgaba valle abajo a gran altitud. Habíamos entrado en Austria, y todo a nuestro alrededor se había transformado en aquello que relacionas siempre con las postales idílicas, los cuadros de paisajes alpinos y sobre todo en el estereotipo de lugar en el que a muchos nos gustaría vivir. La mandíbula permanecería desencajada 6 días desde ese momento.
Tras comer, hicimos el tramo de autopista que nos separaba de Salzsburgo aprovechando nuestra flamante viñeta y comprobamos que el camping esta operativo a pesar de que no le funcionase el correo electrónico. Así que allí nos plantamos, para salir a tomar el primer contacto con la ciudad de Mozart.
Regresamos al anochecer para cenar en una mesa del camping que unos belgas habían pseudoreservado plantando la tienda al lado, y ante el asombro del ocurrente, desplegamos nuestras viandas. Luego no se quejó, pues al parecer comprendió que se puede ser cívico y utilizar las cosas comunes al mismo tiempo.
Brico para que la cámara cargase con la carcasa puesta