Cascadas de todos los santos. Esta es una de las rutas a pie más espectaculares que se pueden hacer por la Selva Negra. La entrada es libre. Consiste en un sendero, a veces de escaleras, que asciende por el cauce de un río a la altura de una zona de cascadas que queda encajonada en una garganta. La ruta es circular, desde el aparcamiento inferior, aunque también se puede hacer desde el superior, en cuyo caso el regreso nos cogerá en subida. En la cabecera hay unas ruinas de un monasterio también bastante llamativo, en torno a una zona de servicios y un claustro del que quedan las fuentes. En total se echan unas 4 horas parando a hacer fotos. No hay problema en hacerla con perros.