¿Cuánto mide un río? A veces pensamos que el agua surge en algún punto de la base de un calar, y fluye hasta llegar al mar, dando forma y nombre a un río. Pero, ¿Qué hay de esos afluentes que vierten sus aguas en un cauce principal, y pierden con ellas su nombre? El río Madera nace en la Sierra de Segura, y pocos kilómetros aguas abajo se encuentra con aquél que da nombre a sus montañas, con lo que la longitud de su cauce, a pesar de llevar un buen caudal, tiene una longitud fácil de recorrer incluso a pie en una jornada. Pero no por ello deja de ser menos interesante recorrerlo, pues tiene el privilegio de atravesar en su corta vida uno de los parajes más bellos de nuestra geografía. Nosotros lo hemos pateado, haciendo centro en el Camping de Garrote Gordo.
Aprovechando el puente de Mayo hemos contando con cuatro días estupendos para estrenar la tienda de campaña, y explotar esta zona diferente de la de Pontones a la que estamos yendo últimamente con más frecuencia. Y nos ha servido para volver a constatar que esta sierra no se acaba nunca.
El viernes por la tarde y tras montar, hicimos una pequeña excursión al nacimiento del río protagonista de esta crónica. Se aparca en las inmediaciones de la zona de acampara regulada de Montesinos, y desde allí y en un par de kilómetros largos, se llega hasta el punto en el que nace el agua.
El sábado llovía, de modo que le tocó el turno al repaso a la falda Este de los Campos de Hernán Perea en coche, pues alguno de sus accesos y aldeas los tenía un poco olvidados, coyuntura que aprovechamos para visitar el pino Galapán.
La escala humana la da Ana, a la izquierda de la base del árbol.
Puente romano, sobre el río Segura, en las inmediaciones de la Toba:
Aún por la tarde tuvimos tiempo de remontar un poco el río Madera, a su paso por el camping:
El domingo teníamos el clima a nuestro favor, así que hicimos la excursión de unos 10 kilóetros que va desde Huelga Utrera hasta la Cueva del Agua, una de las más bonitas de la sierra:
Aun durante la mañana del lunes, nos atrevimos con una corta pero tan bonita como desconocida excursión, remontando el arroyo de la Nogueruela, que es a su vez afluente del río Madera:
Es claramente un momento fantástico para recorrer estas sierras. Algunas otras imágenes captadas durante este fin de semana largo:
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Bonita crónica y preciosas vistas «fotos»
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Preciosas fotografías y por favor qué grande está ya Arturo…
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Es un campeón. Y anda como el que más, le encanta el senderismo.
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Magnífico relato. El topónimo “Campos de Hernán Perea” quedó obsoleto, quedando demostrado en documentos históricos desde el siglo XVI que su nombre real es Campos de Hernán Pelea.
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Muchas gracias por el aporte!
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